Muchas veces me preguntáis cómo podéis ver y entender las señales que nos envían ya sean los seres queridos que han fallecido, nuestros guías, los seres de luz o los maestros.
Existen muchas clases de señales y también, de respuestas. En la vida cotidiana estamos acostumbrados a formular una pregunta y recibir una respuesta que reconocemos como tal de manera inmediata.
¿Ocurre lo mismo con las señales y mensajes que nos envían los seres que velan y nos protegen? Si y no. Si, siempre hay una respuesta. Tal vez, pueda ser inmediata o tarde más tiempo en recibirse. Y no, porque las respuestas que esperamos, o al menos, la manera de recibirlas, no tienen por qué coincidir con lo que pensamos o deseamos.
Por ello, es necesario estar abierto, es decir, abrir la mente y el corazón, a todo, a la sorpresa, a que todo lo imposible pueda ser posible. Imaginad a un niño pequeño, que acepta todo lo que sucede en su vida con normalidad aunque sea la primera vez que lo vive.
Si pedimos ayuda a nuestros seres queridos, es posible que la respuesta sea clara de entender o que aún dándonos cuenta de que estamos ante una señal, no sepamos qué significa.
¿Qué debemos hacer ante esta situación? Tener calma, mucha paciencia y observar lo que vivimos, estando abiertos a las sorpresas. Es bueno recordar, que nuestro tiempo, el terrenal, no se vive de la misma manera en otros planos. Tampoco se concede la misma importancia, a hechos, sentimientos y pensamientos que a nosotros no nos dejan dormir. Eso no significa que no nos ayuden cuando lo necesitamos. Recibimos ayuda constantemente, al igual que mensajes o señales. En ocasiones, incluso aunque no las hayamos solicitado.
Ellos, los seres que nos cuidan y protegen, conocen nuestra situación, nuestra vida. En el caso de que conozcan todas las respuestas que queramos tener, no siempre pueden enviarlas, ya que no pueden interferir en nuestra toma de decisiones o lo que es lo mismo, en el libre albedrío. Ellos, valoran la respuesta, o el mensaje que necesitamos, no el que deseamos tener. Es importante, no olvidar este hecho.
Cuando no nos damos cuenta de los mensajes o señales que recibimos, no debemos preocuparnos. De nuevo, paciencia, si desean darnos un mensaje, lo harán. Encontrarán la manera de hacerlo llegar, y puede que sea a través de otras personas, familiares, amigos, desconocidos, una canción, un libro, una frase que leamos, ....
Tampoco debemos olvidar, que es mucho más fácil ver las señales para los demás que para nosotros mismos. Y aún viéndolas, puede que no sabemos interpretar lo que quieren decirnos.
Os invito a prestad atención a vuestro día a día. Por ejemplo, si siempre seguís una misma ruta al ir caminando o en coche, ¿qué sucede con los semáforos? A veces, están todos en rojo; y otras, todos en en verde, cuando lo habitual sería que hubiera de los dos. Cuando vivís esas situaciones, observad qué pasa en vuestra vida, qué estáis pensando. Es posible que estemos recibiendo una señal sobre un aspecto o pensamiento.
Recuerdo hablando de señales y mensajes en clase de canalización, una alumna contó que un día no recordaba bien si ese día en concreto teníamos clase o no. Ante la duda, decidió acudir. En el trayecto a clase, encontró que todos los semáforos se ponían en rojo, cuando no era lo habitual. Al llegar a clase, vio que no había nadie.
Hace poco tiempo, estando de viaje, recuerdo que mi cabeza no paraba de dar vueltas a un tema que me preocupaba y no encontraba una respuesta clara. Cansada, decidí dejar de pensar. Cinco minutos después llegamos a una ciudad. Giré la cabeza y vi un autobús urbano que en la zona reservada a la publicidad, tenía la siguiente frase, "ten confianza". Me entraron ganas de reír. Era evidente la señal y su significado. Dí las gracias a los seres que me acompañan. Para mi, era claramente un mensaje a mis pensamientos, y aunque no les había pedido ayuda, me la dieron. Pobres, debían estar cansados de escuchar mis pensamientos y decidieron intervenir. ;).
Cuando sentimos un dolor muy profundo, tenemos angustia, rabia, una preocupación que no nos deja descansar o estamos atrapados por los pensamientos, inconscientemente, cerramos e interferimos en la percepción, pudiendo llegar a bloquearla, haciendo que sea mucho más difícil, ver las señales, aunque estemos deseando sentirlas. Lo mismo sucede cuando sólo queremos escuchar, lo que deseamos y no lo que necesitamos. Por todo ello, observad cómo estáis, qué sucede a vuestro alrededor, en el día a día, estad abiertos a dejaros sorprender, a sentir, a vivir.
Si veis que necesitáis ayuda o no podéis entender qué sucede y su por qué, podéis recurrir a especialistas que os podrán ayudar a descifrarlo.
La imagen está tomada de internet y desconozco quién es su autor.